• 23/11/2024

Medidas post coronavirus para el turismo: una visión interna

Luis Álvarez Renta
Santo Domingo, RD

El turismo a ni­vel mundial es una de las ac­tividades que han sufrido desde el primer momen­to las consecuencias de la covid-19 y será una de las últimas en recuperarse. Enfrenta un obstáculo fun­damental, el problema re­putacional: los potenciales turistas no comprarán bo­letos o paquetes vacacio­nales que tengan riesgos de contagio, rechazarán los destinos donde tales riesgos existen.

República Dominica­na sufrió el año pasado los estragos derivados de un simple rumor, por lo que mirando hacia el futuro la seguridad sanitaria será un centro de atención pa­ra todos los destinos turís­ticos, especialmente para nuestro país.

La recuperación gra­dual del mercado solo se­rá posible si de entrada se  garantiza la seguridad sani­taria, en todos los sitios que sirven al turismo, y en las comunidades que confor­man los polos turísticos.

Esa es la prioridad abso­luta, sin confianza no hay turismo. En el corto y me­diano plazo, parecen razo­nables dos conclusiones ele­mentales: Lo que resta del 2020 será un período crí­tico, aunque tenemos que trabajar desde ahora, tem­prano, para que bajos con­diciones optimistas, quizás podamos salvar la tempora­da de invierno 2020-2021, y recuperarnos plenamente en el 2021, especialmente en lo que se refiere al mer­cado internacional.

Ahora hay que ejecutar una “Estrategia Nacional de Turismo” en el entendido de que los servicios turísti­cos en el mundo, incluyen­do su mercadeo, cambiarán drásticamente.

De inmediato, el turismo nacional es prioritario, de­berá ser promovido enér­gicamente, son los clientes más próximos.

Internacionalmente, en términos de segmentación geográfica, será más fácil recuperar el mercado norte­americano que el Europeo, porque la economía en USA se recuperará más rápido que nuestros mercados eu­ropeos tradicionales: Espa­ña, Francia e Italia, y el es­fuerzo en Europa cambiará hacia mercados más peque­ños o relativamente remo­tos, donde el coronavirus ha hecho menos estragos: Países nórdicos, Alemania, Austria, Rusia y algunos de los países de la Europa del Este.

Afortunadamente, el último “survey” de los po­tenciales turistas norte­americanos es muy es­peranzador. 71% de los encuestados declaran que volverán a viajar, que lo de ahora es una “pausa”; 28% dice que esperarán para después; Menos del 1% di­cen que no volverán a via­jar.

También una mayoría, 53.8% responde que via­jaran en lo que queda de año; Un 78% se declara a favor de viajar por avión; El 26.1% declara que desea ir a una playa, y el 18.9% a una isla, ambas categorías son las más populares en­tre los encuestados; 56% estaría dispuesto a pagar un presupuesto entre USD$ 250.00 y US$ 1,000.00 dia­rios por sus vacaciones.

Creemos que es una en­cuesta optimista, quizás no se cumpla, pero revela que  ante la situación actual la fi­sonomía del sector para el consumidor es bastante me­jor de lo que se puede espe­rar.

Otros segmentos del mercado (cruceros, con­venciones y similares) re­quieren la reducción radical del distanciamiento social, se recuperaran muy lenta­mente. Un sector interesan­te por explotar es el Ecotu­rismo, que tendrá como atractivo su ambiente natu­ral.

Quizás sea innovador utilizar algunas de las in­fraestructuras de Bávaro, para medicalizarlas o con­vertirlas en hospital, con la asistencia o participación accionaria de importantes hospitalarios del exterior, iniciando un gran proyecto con marca internacional de turismo de salud.

Tal proyecto contribuiría enormemente a cementar la imagen de un país segu­ro, y existen ya precedentes de hospitales que mantie­nen amplias relaciones a ni­vel internacional.

Mientras tanto hay mu­chas ideas germinando que utilizar. La emisión por el Estado de una Certificación de “Hotel Libre de Virus” se­ría un elemento para ven­der el concepto de patrón mundial del turismo segu­ro, una imagen de marca, “REPÚBLICA DOMINICA­NA LO TIENE TODO, Y ES SEGURO”.

Esta labor sería conjun­ta de los sectores público y privado donde corres­ponderá a los Ministerios de Salud y Turismo elabo­rar, junto al sector privado los protocolos de salud co­rrespondientes locales tu­rísticos, y respaldarlo con el reconocimiento de or­ganismos internaciona­les como la OMS y la CDC en EE. UU. Se declararían “zonas de turismo segu­ro”, permanentemente desinfectadas, y cuyas en­tradas aéreas y terrestres sean restringidas median­te algún “certificado de in­munización”.

En los aeropuertos o en­tradas a estas áreas, desti­naremos parte de los “test kids” de pruebas que reciba el país para hacer las prue­bas sobre el terreno, cuan­do cámaras térmicas per­ciben altas temperaturas u otros síntomas del corona­virus. También trataremos de que las aerolíneas tomen medidas en el origen.

El precio será otro ele­mento primordial del mer­cadeo. Actualmente, en Madrid se inició un con con­cepto para el comercio que puede ser aplicado en nues­tro sector hotelero, y es el del “bono”, en realidad una “preventa” mediante la cual la cadena hotelera vendería una reservación ahora para la temporada de invierno, a un precio con alto descuen­to, conectando así tempra­no con el cliente.

El “Survey” de turistas americanos revela que un 42% está dispuesto a re­servas de vacaciones desde ahora con una oferta ten­tadora. El Gobierno puede cooperar con esta alterna­tiva eliminando impuestos como el ITBIS, el del pasaje aéreo, y otros gravámenes, a un número de paquetes vacacionales para alimen­tar el atractivo de la desti­nación, y la correspondien­te demanda, haciéndonos competitivos. Económica­mente la estrategia es total­mente asumible.

De acuerdo con el Banco Central el ingreso global por turista el año pasado ronda­ba en unos US$ 150.00 dia­rios, 1,050.00 a la semana. El costo promedio de un pa­quete en el mercado ameri­cano ronda en US$ 900.00 neto de los pagos al turope­rador y los boletos.

Los 3 impuestos, que son calculados sobre la tarifa APA negociada con turismo, no aplican sobre la totali­dad del paquete, represen­tan en promedio más del 10% del costo del paquete. Este monto es suficiente pa­ra generar recursos para cu­brir los costos e inversiones necesarios para cumplir con los nuevos protocolos de sa­lud en la comunidad y los locales de turismo.

En un reciente editorial del Periódico El País, se se­ñalaba que el turismo, post pandemia, requiere más in­versión y políticas activa de concentración de empresas, ya que abundan los nego­cios pequeños o microscó­picos.

Las decisiones de inver­sión deben tener como ob­jetivo garantizar más allá de cualquier duda la seguri­dad sanitaria en los viajes y en los alojamientos, y llevar tecnología al sector.

Un plan de choque espe­cífico para el turismo, con dinero público y privado, tiene sentido si las empre­sas entienden que ese plan, en el que deben estar impli­cados el gobierno junto a to­dos los sectores que partici­pan en el sector, significará nuevos servicios confiables y sostenibles.

Publicado en Listín Diario de 1 de Mayo .